Estudiantes de quinto de primaria, que son mediadores, evitan agresiones, intimidaciones y conflictos entre sus compañeros.
Foto: Rodrigo Sepúlveda / CEETEl programa que se realiza en Bosa es ahora un ejemplo en ese país centroamericano.
Michael Romero, del Colegio Argelia, en Bosa, guarda su rebeldía en su cabello engominado, que desafía la gravedad, pero dejó atrás las escapadas de clase, las golpizas a sus compañeros y las burlas.
"He crecido y me he dado cuenta de que lo que hacía no es tan bueno", agregó Romero, de 10 años, que, según dice, se ha vuelto un experto en alejarse de las malas influencias. Junto a él, Andrés Bautista, del mismo curso, confiesa que aunque le sigue molestando que lo llamen por apodos, trata de no darle importancia cuando esto pasa y que, incluso, ha tratado de hablar con quien lo intimida.
Así, manejan los conflictos cerca de 600 niños del Colegio Argelia, en la localidad de Bosa, una institución que desde el 2007 aplica un programa contra el 'matoneo' (intimidación escolar).
'Aulas en paz', creado por el psicólogo Enrique Chaux de la Universidad de los Andes, ha tenido tan buenos resultados, que los niños se identifican con el programa y varios de ellos, que antes eran conflictivos, hoy son mediadores.
De hecho, en este lugar, los problemas los resuelven primero los niños.
"Si no se llega a un acuerdo, los mismos estudiantes llevan el caso a la 'Guaconda', un lugar donde los chicos de bachillerato les ayudan a resolver", contó Lilia Ibáñez, profesora de tercero. Los últimos en intervenir son los docentes.
Si, en el salón de tercero A, un niño golpea a otro o se burla de él, todos los demás intervienen. "No peleen; 'Coro' el loro dice que, cuando haces eso, hieres los sentimientos de todos", repite Dana Vera, una estudiante de ese nivel.
Según Chaux, el creador del programa que ya se replica en México, más que lograr que los niños se relacionen pacíficamente, se quiere evitar que la agresión se convierta en violencia cuando ellos sean grandes.
'Aulas en paz' es una serie de actividades, juegos de rol y dramatizaciones en las que los niños se ponen en los zapatos de los demás. "Y no sólo ellos sino los padres de familia, que reciben talleres similares", explicó Danis Solano, psicóloga del colegio.
Una de las actividades que más emocionan a los niños es una especie de cara a cara, en la que todos tienen la oportunidad de desahogarse y de reconocer sus debilidades.
"El programa ha mejorado el ambiente en el salón de clases. Los niños son más amigables y los casos de agresión verbal y física han disminuido", contó Luz Triana, profesora del salón quinto A.
Otra de las estrategias es que los niños menos conflictivos trabajen junto a los que sí lo son, como ocurrió con Michael, que resultó contagiándose y ahora trabaja para ser mediador de conflictos.
"He crecido y me he dado cuenta de que lo que hacía no es tan bueno", agregó Romero, de 10 años, que, según dice, se ha vuelto un experto en alejarse de las malas influencias. Junto a él, Andrés Bautista, del mismo curso, confiesa que aunque le sigue molestando que lo llamen por apodos, trata de no darle importancia cuando esto pasa y que, incluso, ha tratado de hablar con quien lo intimida.
Así, manejan los conflictos cerca de 600 niños del Colegio Argelia, en la localidad de Bosa, una institución que desde el 2007 aplica un programa contra el 'matoneo' (intimidación escolar).
'Aulas en paz', creado por el psicólogo Enrique Chaux de la Universidad de los Andes, ha tenido tan buenos resultados, que los niños se identifican con el programa y varios de ellos, que antes eran conflictivos, hoy son mediadores.
De hecho, en este lugar, los problemas los resuelven primero los niños.
"Si no se llega a un acuerdo, los mismos estudiantes llevan el caso a la 'Guaconda', un lugar donde los chicos de bachillerato les ayudan a resolver", contó Lilia Ibáñez, profesora de tercero. Los últimos en intervenir son los docentes.
Si, en el salón de tercero A, un niño golpea a otro o se burla de él, todos los demás intervienen. "No peleen; 'Coro' el loro dice que, cuando haces eso, hieres los sentimientos de todos", repite Dana Vera, una estudiante de ese nivel.
Según Chaux, el creador del programa que ya se replica en México, más que lograr que los niños se relacionen pacíficamente, se quiere evitar que la agresión se convierta en violencia cuando ellos sean grandes.
'Aulas en paz' es una serie de actividades, juegos de rol y dramatizaciones en las que los niños se ponen en los zapatos de los demás. "Y no sólo ellos sino los padres de familia, que reciben talleres similares", explicó Danis Solano, psicóloga del colegio.
Una de las actividades que más emocionan a los niños es una especie de cara a cara, en la que todos tienen la oportunidad de desahogarse y de reconocer sus debilidades.
"El programa ha mejorado el ambiente en el salón de clases. Los niños son más amigables y los casos de agresión verbal y física han disminuido", contó Luz Triana, profesora del salón quinto A.
Otra de las estrategias es que los niños menos conflictivos trabajen junto a los que sí lo son, como ocurrió con Michael, que resultó contagiándose y ahora trabaja para ser mediador de conflictos.
Lina Sánchez Alvarado
Redactora de EL TIEMPO
Redactora de EL TIEMPO
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